Una temporada de contrastes para el deporte jumillano. Por contra ha sido el gran año de Sergi Guardiola, ya afianzado en Primera División, y también para el culturista José Hernández
Los jumillanos amantes del deporte no van a guardar un buen recuerdo del recién finalizando 2019. En cuanto a clubes se refiere, el año ha estado marcado por la extinción del deporte a nivel profesional tras la desaparición del FC Jumilla el pasado verano. Un hecho que, sumado al nuevo descenso sufrido por el Jumilla FS, culminaba un ejercicio catastrófico.
En la temporada 2015-16 la ciudad del vino pudo disfrutar de un hecho sin precedentes y absolutamente impensable para cualquier aficionado. El fútbol jumillano llegaba a la Segunda División B, y pasaba a convivir con un Jumilla FS que había alcanzado la máxima categoría del país en la 2013-14, y que gozaba de sus dos últimos cursos en la misma. Dos campañas de ensueño en las que los jumillanos convivieron con el deporte de alta competición por partida doble.
Fue una época gloriosa y duró lo que duró, o lo que tenía que durar. En la 2016-17, tras un descenso deportivo y la falta de patrocinio, el Jumilla FS perdía dos categorías de una tacada para situarse en Segunda B. El pasado curso volvía a sufrir un descenso para militar, desde la presente campaña, en Tercera División. En cualquier caso fue entonces, y no ahora, cuando comenzó a derrumbarse un castillo de naipes que el pasado 2 de junio de 2019 se desmoronaba por completo. Ese día el FC Jumilla caía por 2-0 en Irún en el play out, confirmando su descenso a Tercera División. Podría haberse quedado ahí la cosa, pero una vez más (como ya ocurriera en 2011), la deuda contraída condenaba a la entidad a la desaparición. Un agujero de más de 500.000 euros que el presidente Li Xiang, del que nunca más se supo, no estuvo dispuesto a tapar.
De forma aislada esta valoración no deja de ser injusta, porque el 2019 también ha estado protagonizado por grandes gestas de los deportistas jumillanos a nivel individual. Será un año difícil de olvidar para Sergi Guardiola. El 25 de enero todo cambió para él, dejando un Getafe en el que su participación fue testimonial para convertirse en uno de los pilares del Real Valladolid. Desde entonces el jumillano lo ha jugado todo, anotando importantes goles como el de la salvación ante el Rayo, o el materializado en el Santiago Bernabéu, que le sirvió además a los suyos para arrancar un punto frente al Real Madrid. Un sueño cumplido para Sergi Guardiola y para todos los jumillanos que, orgullosos, siguen sus pasos.
No hay que desmerecer tampoco la gran temporada de José Hernández Herrero en un deporte mucho menos mediático como es el fisioculturismo. Un jumillano que, al margen de sus victorias en los autonómicos y su segundo puesto en la Copa de España, se hizo en Polonia con el quinto puesto en el Campeonato del Mundo NAC (National Athletic Comitée), en su categoría de Mr. Athletic.
También ha servido este 2019 para que el balonmano jumillano recupere la ilusión, con un proyecto con el que poder aspirar nuevamente al título. Del mismo modo el deporte femenino se ha reivindicado en estos últimos 365 días, con la recuperación de la sección del Club Balonmano Jumilla, y la fundación de un equipo de fútbol sala para chicas.
Todo sigue igual para Salvi Guardiola, que disfruta del ciclismo en las filas del Kinan Cycling Team, y de la estabilidad que le proporciona en el país nipón. Continúa cargando pilas, al igual que el velocista Juan González, que en las filas del C.A. Playas de Castellón busca recuperar su mejor nivel tras un año en el que las cosas no le han salido bien. En atletismo hay también brotes verdes. Los que dejan Sergio Domínguez Oma, que en este 2019 ha competido por primera vez en un Campeonato de España sub 20 (800 metros lisos), así como Mario Monreal, que en su primer año como atleta ha demostrado tener un futuro prometedor.